martes, 11 de mayo de 2010

Mi confrontación con la docencia

Mi confrontación con la docencia

En la adolescencia, mi anhelo era ser secretaria, maestra o licenciada. Cuando terminé la carrera de Licenciado en Relaciones Industriales, por cuestiones económicas, busqué un trabajo de medio tiempo, que me permitiera obtener ingresos, y al mismo tiempo, elaborar mi tesis profesional. El que mejor cubrió mis expectativas, fue el de maestra de preparatoria abierta. Durante año y medio trabajé en el área de la docencia, en tres instituciones educativas diferentes.
Posteriormente tuve la oportunidad de trabajar en una oficina de gobierno y en una empresa privada. Y fue durante mi estancia en éstas, cuando pude percatarme de que mi lugar estaba en el área de la educación, ya que en ella me sentía como pez en el agua.
Trabajo en el Sistema Avanzado de Bachillerato y Educación Superior (SABES), del estado de Guanajuato. Esta institución fue creada para abatir el rezago educativo que imperaba en las zonas rurales y suburbanas. Los asesores educativos que trabajamos en cada uno de los diferentes SABES del estado de Guanajuato, aparte de impartir clases, tenemos que realizar las siguientes funciones: Académicas, escolares, de vinculación con el entorno y actividades administrativas. Como se puede apreciar, de alguna manera cubro mis expectativas adolescentes, ya que realizo actividades de docencia y administrativas.
Cada día que pasa, me enamoro y comprometo más con mi trabajo, ya éste me permite obtener un desarrollo integral. Es necesario apuntalar que aún cuando no realizó al cien por ciento las actividades propias de un relacionista industrial, los conocimientos, las habilidades y las actitudes adquiridas durante mi formación profesional, las aplico diariamente en mi trabajo.
Ser docente en el nivel medio superior representa para mi un gran reto y un gran compromiso, ya que participo en la formación de las futuras generaciones que han de tomar las riendas de mi país. Sé que puedo influir positiva o negativamente en mis alumnos, ¡espero hacerlo de la primera manera!
Experimento grandes satisfacciones con los logros de mis alumnos, ya que de alguna manera, también son míos. Asimismo, me preocupa y ocupa mi desempeño docente, y siento la necesidad enorme de mejorar día con día mi rendimiento.
Sé que los conocimientos, las habilidades y las actitudes que adquiriré a lo largo de la especialización, me permitirán lograr mis objetivos.
Rosa Angélica López Miranda

Mi aventura de ser maestra

Mi aventura de ser maestra

Aprendemos a ser maestros por ensayo y por error. Las planeaciones didácticas que hacemos deben ser analizadas permanentemente, con la finalidad de suprimir errores y, en le mejor de los casos, de introducir mejoras. ¡Nos perfeccionamos a medida que nos desempeñamos como docentes!
Considero que dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, en cierto momento nos toca desempeñar ambos papeles, es decir, ser maestros y alumnos. Por consiguiente, enseñamos, pero también aprendemos de lo que enseñamos, y sobre todo, aprendemos de las aportaciones de los alumnos. Hay ocasiones en las que los alumnos te ayudan a ampliar tu panorama, y en ciertas situaciones, te corrigen.
Si el alumno tiene la confianza para corregirnos, es porque estamos propiciando un ambiente que favorece el aprendizaje significativo.

Rosa Angélica López Miranda

Los saberes de mis estudiantes

Los saberes de mis estudiantes

Los estudiantes de hoy son unos expertos en el uso de INTERNET. A continuación describo a grandes rasgos los usos que mis alumnos hacen del mismo.
a) Como reservorio.
-Localizan información en buscadores como yahoo, google y wikipedia;
-bajan videos de You to be y juegos de games.com;
-ven programas de televisión ya transmitidos o en vivo (sobre todo Televisa y Tv Azteca) y,
-descargan música con ARES.
b) Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación.
-Utilizan messenger, hi5, correo gratuito y,
-editan música, fotos y videos.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje introducir el uso de los recursos anteriormente mencionados, tanto por parte de la asesora educativa como de los propios alumnos. Para ello, los actores involucrados en dicho proceso deberán aprender a hacer uso de los mismos, de manera autodidacta o con la ayuda de los actores más hábiles en el uso de tales recursos.
En los diferentes grupos que atiendo, hay alumnos que sobresalen en el uso y manejo de INTERNET. Se formarán equipos de trabajo integrados estratégicamente por alumnos que tienen una gran habilidad para el uso y manejo de éste recurso y por aquellos que tienen poco o nulo desarrollo en el mismo. La asesora educativa asesorará en el uso de los mismos, por lo que tiene ante sí el reto de desarrollar tales habilidades. La idea es que las clases (dirigidas por la maestra o por los alumnos) involucren en la medida de lo posible, el uso de INTERNET. Para ello se utilizará el centro de cómputo y cuando así lo requiera la naturaleza de la actividad, cada equipo de trabajo acudirá a los ciber que se acomoden a sus necesidades.
La exposición de la clase ya sea por parte de la asesora educativa o por los alumnos, en la cual se involucre el uso de los recursos que ofrece INTERNET, será la mejor prueba del dominio que los alumnos tienen sobre el mismo.

Rosa Angélica López Miranda

lunes, 10 de mayo de 2010

Los saberes de mis estudiantes

Los saberes de mis estudiantes

Los estudiantes de hoy son unos expertos en el uso de INTERNET. A continuación describo a grandes rasgos los usos que mis alumnos hacen del mismo.
a) Como reservorio.
-Localizan información en buscadores como yahoo, google y wikipedia;
-bajan videos de You to be y juegos de games.com;
-ven programas de televisión ya transmitidos o en vivo (sobre todo Televisa y Tv Azteca) y,
-descargan música con ARES.
b) Como espacio social de acción individual y colectiva, es decir, como espacio de comunicación.
-Utilizan messenger, hi5, correo gratuito y,
-editan música, fotos y videos.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje introducir el uso de los recursos anteriormente mencionados, tanto por parte de la asesora educativa como de los propios alumnos. Para ello, los actores involucrados en dicho proceso deberán aprender a hacer uso de los mismos, de manera autodidacta o con la ayuda de los actores más hábiles en el uso de tales recursos.
En los diferentes grupos que atiendo, hay alumnos que sobresalen en el uso y manejo de INTERNET. Se formarán equipos de trabajo integrados estratégicamente por alumnos que tienen una gran habilidad para el uso y manejo de éste recurso y por aquellos que tienen poco o nulo desarrollo en el mismo. La asesora educativa asesorará en el uso de los mismos, por lo que tiene ante sí el reto de desarrollar tales habilidades. La idea es que las clases (dirigidas por la maestra o por los alumnos) involucren en la medida de lo posible, el uso de INTERNET. Para ello se utilizará el centro de cómputo y cuando así lo requiera la naturaleza de la actividad, cada equipo de trabajo acudirá a los ciber que se acomoden a sus necesidades.
La exposición de la clase ya sea por parte de la asesora educativa o por los alumnos, en la cual se involucre el uso de los recursos que ofrece INTERNET, será la mejor prueba del dominio que los alumnos tienen sobre el mismo.

Rosa Angélica López Miranda


Mi aventura de ser maestra

Aprendemos a ser maestros por ensayo y por error. Las planeaciones didácticas que hacemos deben ser analizadas permanentemente, con la finalidad de suprimir errores y, en le mejor de los casos, de introducir mejoras. ¡Nos perfeccionamos a medida que nos desempeñamos como docentes!
Considero que dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, en cierto momento nos toca desempeñar ambos papeles, es decir, ser maestros y alumnos. Por consiguiente, enseñamos, pero también aprendemos de lo que enseñamos, y sobre todo, aprendemos de las aportaciones de los alumnos. Hay ocasiones en las que los alumnos te ayudan a ampliar tu panorama, y en ciertas situaciones, te corrigen.
Si el alumno tiene la confianza para corregirnos, es porque estamos propiciando un ambiente que favorece el aprendizaje significativo.

Rosa Angélica López Miranda



Mi confrontación con la docencia

En la adolescencia, mi anhelo era ser secretaria, maestra o licenciada. Cuando terminé la carrera de Licenciado en Relaciones Industriales, por cuestiones económicas, busqué un trabajo de medio tiempo, que me permitiera obtener ingresos, y al mismo tiempo, elaborar mi tesis profesional. El que mejor cubrió mis expectativas, fue el de maestra de preparatoria abierta. Durante año y medio trabajé en el área de la docencia, en tres instituciones educativas diferentes.
Posteriormente tuve la oportunidad de trabajar en una oficina de gobierno y en una empresa privada. Y fue durante mi estancia en éstas, cuando pude percatarme de que mi lugar estaba en el área de la educación, ya que en ella me sentía como pez en el agua.
Trabajo en el Sistema Avanzado de Bachillerato y Educación Superior (SABES), del estado de Guanajuato. Esta institución fue creada para abatir el rezago educativo que imperaba en las zonas rurales y suburbanas. Los asesores educativos que trabajamos en cada uno de los diferentes SABES del estado de Guanajuato, aparte de impartir clases, tenemos que realizar las siguientes funciones: Académicas, escolares, de vinculación con el entorno y actividades administrativas. Como se puede apreciar, de alguna manera cubro mis expectativas adolescentes, ya que realizo actividades de docencia y administrativas.
Cada día que pasa, me enamoro y comprometo más con mi trabajo, ya éste me permite obtener un desarrollo integral. Es necesario apuntalar que aún cuando no realizó al cien por ciento las actividades propias de un relacionista industrial, los conocimientos, las habilidades y las actitudes adquiridas durante mi formación profesional, las aplico diariamente en mi trabajo.
Ser docente en el nivel medio superior representa para mi un gran reto y un gran compromiso, ya que participo en la formación de las futuras generaciones que han de tomar las riendas de mi país. Sé que puedo influir positiva o negativamente en mis alumnos, ¡espero hacerlo de la primera manera!
Experimento grandes satisfacciones con los logros de mis alumnos, ya que de alguna manera, también son míos. Asimismo, me preocupa y ocupa mi desempeño docente, y siento la necesidad enorme de mejorar día con día mi rendimiento.
Sé que los conocimientos, las habilidades y las actitudes que adquiriré a lo largo de la especialización, me permitirán lograr mis objetivos.
Rosa Angélica López Miranda